Desde hace ya tres años, el LAB se encuentra trabajando en distintos proyectos para la protección de la casa común. Es por ello que, a través de la medición realizada por el Programa de Gestión de Carbono “Huella Chile”, nuestro colegio ha logrado reducir en cerca de un 80% la huella de carbono institucional, principalmente gracias al consumo responsable de combustibles fósiles y equipos de aire acondicionado, comparando los años 2019 y 2022.

A nivel nacional, el Liceo Manuel Arriarán Barros, se erigió como la escuela piloto para el Proyecto Latinoamericano Medioambiental -del que forman parte 16 provincias salesianas- realizando algunas iniciativas e intervenciones que han permitido compensar, recuperar, y mitigar nuestra huella de carbono.

Algunos de los proyectos en cuestión son: la instalación de 80 nuevos bicicleteros para fomentar el transporte ecológico, material que fue acompañado con charlas sobre educación vial; la reforestación con especies nativas del Parque Peñihue de La Florida, donde se plantaron más de 580 árboles.

“En la actualización del PEPS del LAB se establece como uno de los sellos que marcan la formación integral de los estudiantes, el respeto y cuidado hacia el medioambiente, entendiendo nuestro colegio parte de la casa común, en la que se nos invita a ser responsables y poder disminuir el uso de energías dañinas para el planeta”, indicó María Eliana Alcántar, encargada de Convivencia Escolar y responsable del proyecto.

Del mismo modo, en los niveles de enseñanza primaria se han implementado distintos talleres de educación ambiental, destacando Reciclaje, Huerto, y Lombricultura para la gestión de residuos orgánicos. Destacar que, las iniciativas mencionadas con anterioridad, formaron parte de un trabajo colaborativo con la Escuela Salesiana de Catemu, institución hermana que cuenta con experiencia y experticia en temáticas agrícolas.

Recordar que, y respondiendo al llamado realizado por el Rector Mayor, Ángel Fernández Sdb, quien nos convoca a tomar medidas concretas en pro del cuidado de la casa común, como familia salesiana tenemos la responsabilidad de forjar un camino que nos lleve hacia un mundo sostenible, donde la ecología sea parte integral de todas nuestras comunidades educativo pastorales.

“El LAB está marcando la pauta dentro de los colegios no agrícolas de la congregación al ser el primero en obtener la certificación por la disminución de la huella de carbono, logro obtenido con altos estándares de participación comunitaria, adhiriendo de gran forma al proyecto internacional y los lineamientos presentados por el Rector Mayor”, señaló Elizabeth Vivanco, representante de la Oficina de Planificación y Desarrollo Inspectorial (OPDI).