Durante este primer semestre, y como parte del compromiso medioambiental asumido por nuestra comunidad educativo pastoral, se están realizando distintas iniciativas y mejoras en pos de generar mayor consciencia ecológica: intervenciones en los recreos, taller de huertos, y la instalación de nuevos bicicleteros, son algunos de los hitos en esta materia.

A partir del año anterior, el Liceo Manuel Arriarán Barros se encuentra participando de una iniciativa medioambiental propuesta por la Red Salesiana, mediante la cual, y a través de la postulación a fondos concursables, el LAB se ganó la posibilidad de implementar una serie de medidas en pos de la superación de la huella de carbono del liceo.

Dentro de estas medidas, se encuentran la instalación de bicicleteros en el estadio del colegio, con el fin de fomentar el uso de transportes verdes. En paralelo también, se está realizando el taller de huertos con estudiantes de 3°y 4° básico, iniciativa liderada por la educadora de párvulo Nicole Aguilera, y el estudiante de 5°básico B, Maximiliano Rey.

Estas iniciativas, han estado acompañadas desde el equipo directivo y por el resto de la comunidad educativa, con distintas campañas para fomentar la limpieza y el buen uso de los espacios comunes; ejemplo de ello, fue es la intervención realizada por el curso 3°básico A, quienes en compañía de su profesora jefe, Alejandra Beltramín crearon afiches con mensajes, los que fueron dispuestos por los patios del LAB.

Existe también la formación de líderes medioambientales; un grupo de estudiantes de primero medios, quienes a través de la fundación América Sostenible, se están formando en un programa de ecología y reforestación, el cual finaliza con la plantación de 100 árboles nativos en el liceo y otras 300 especies en la casa de retiro espiritual Lo Cañas, proyecto que además, vincula a nuestra comunidad, con el Vivero Antumapu de la Universidad de Chile.

“La idea con este tipo de iniciativas y proyectos, es, en primer lugar  fomentar la toma de consciencia en torno a la huella de carbono y cómo podemos reducir la de nuestro liceo, del mismo modo que buscamos influir en otros espacios de la congregación para que también se impacten medioambientalmente”, concluyó María Eliana Alcántar, encargada de Convivencia Escolar y responsable de los proyectos.